Con una atmósfera muy claustrofóbica y siniestra, la película nos narra la historia de dos hermanas que viven juntas, Jane y Blanche Hudson, odiándose desde pequeñas la una a la otra y torturándose entre sí todo lo que pueden.
Las dos mujeres fueron en su época unas famosas estrellas de Hollywood. Al crecer, la vida las llevó por diferentes caminos. Blanche consiguió ser una reconocida actriz, mientras que Jane fue olvidada por todo el mundo. Sin embargo, la carrera de Blanche se ve truncada por un misterioso accidente de coche, por el que queda postrada en una silla de ruedas y al cuidado de su hermana.
Juntas en su mansión, y dependiendo absolutamente Blanche de Jane, ésta se divertirá haciéndola sufrir, torturándola y humillándola constantemente. Y su víctima, en las circunstancias en que se encuentra, no va a tener escapatoria.
Genial interpretación de ambas actrices, a lo que dicen que ayudó el mutuo odio que se profesaban en la vida real. Dos personajes patéticos y esparpénticos, tanto la psicópata y desequilibrada Jane como la presunta víctima, Blanche.
Es una película brutal, consiguiendo las dos hermanas producir más terror en el espectador con su sola presencia que muchas de las actuales películas que pretenden dar miedo, a pesar de todos sus despliegues de efectos.
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